martes, 28 de abril de 2009

Raciona, raciona...

Te rechinan los dientes. La cabeza te duele por los laterales, la sientes pesada. Tienes el estómago cerrado. Seguro que escuchas música, aunque sea en tu cabeza. Y te imaginas en un bosque con árboles altísimos, densa niebla y frío, mucho frío…

Ahora te duermes, sale el sol y corre una brisa húmeda muy agradable, sube la temperatura. Ahora lo que te duelen son los carrillos, de sonreír. Sí, también escuchas música, y también en tu cabeza. La tarareas, la cantas, y buscas un reproductor para escucharla de verdad. Te da por pensar que el primer párrafo no sirve para nada en esta vida. Es cierto, pero existe y está ahí, como tantas otras cosas inservibles. Sirve para disfrutar más del sol, de la brisa húmeda muy agradable y de la subida de temperatura. Y de la música, siempre la música.

Con una vida sin momentos malos pasa lo mismo que con una vida sin ratos buenos. Que es una mierda. Y, esto son suposiciones personales, tienes que aprender a llevarlos al lado bueno. Esto es muy corto, y sobre todo, muy relativo.


"Cualquier proyecto supuestamente racional se inicia con una emoción y ha sido influido por ella antes de que concluya"- Eduardo Punset, Por qué somos como somos, página 75.

1 comentario:

  1. "Te da por pensar que el primer párrafo no sirve para nada en esta vida."

    Esa frase me encantó.
    A ver si te dejas caer por la biblioteca, y me dejas una de estas reflexiones, o relatos, para que la cuelgue.
    Un placer.

    http://labibliotecadealexandria.wordpress.com

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